Hermanos


Hermanos es esto: la caridad a las puertas del necesitado, el amor que ilumina al atormentado, la fe y la esperanza que hacen renacer al vencido, la justicia y la verdad que iguala al egoísta, el amor y el perdón que destruye el odio, el sentimiento sincero que dignifica y la virtud del alma que eleva.

Porque no puede haber hermandad con hipocresía, que es traición en todo orden; en la injusticia que levanta las montañas del odio; en la mentira que destruye la confianza y en los vicios que corrompen el sentimiento.  Como no hay hermandad en las guerras, tampoco hay hermandad en el despotismo, en el absolutismo ni en la esclavitud.

Hermano es el sentimiento cumbre de la dicha perenne de ser hijo de Dios.

Hermano está definido en el mundo eterno.  Allí en toda su amplitud, reconocen los espíritus lo fraternal, pues unidos en la creación, no lo destruye el error o la indiferencia de un materialismo cuyo alcance no pasa de las esferas en que convive.

Gloriosa vida la del espíritu que en un mundo de luz ha llegado a reconocer que una de las más grandes glorias de su existencia es la fraternidad que anida en su espíritu.

Creador, eres el símbolo, porque aun alejados de ti, representas nuestra hermandad, esa que no puede dejar de existir aun en los momentos mas azarosos, porque a una vida negada de espíritu, el materialista más empedernido puede llegar a pronunciar estas palabras "¡Dios mío...!.  Clama al Creador y nos da la razón de nuestra hermandad.  Tengamos presente estas palabras:

HERMANO ERES TÚ, COMO HERMANO   SOY YO.

Hermano que en este mundo equivocado trabajas para el bien de la humanidad, haz que en ella no exista más "te amo"; que florezca como un rosal de sentimiento: 

"NOS AMAMOS"